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Inmaterial 09
La mirada tecnológica en los siglos XIX y XX: fundamentos del diseño de
herramientas y metodologías basadas en el control.
Artículo original
2.1. Diseño para la contienda y reinvención en la vida
cotidiana
Ante la necesidad de calcular con gran celeridad
los problemas de balística del ejército de Estados
Unidos, entre 1943 y 1945 se desarrolla el Proyec-
to PX. John P. Eckert y John W. Mauchly son los
encargados de diseñar la Integradora Numeral y
Calculadora Electrónica (ENIAC, por sus siglas en
inglés). A pesar de los enormes esfuerzos para avan-
zar en ella, no se presenta hasta 1946. Además, tiene
fallos evidentes de mantenimiento, ya que funciona
interconectando cables, utiliza más de diecisiete mil
tubos de vacío y carece de un sistema de almacena-
miento de la información. Las expectativas puestas
en sus objetivos iniciales no son satisfechas, pero
entre 1947 y 1952 ofrece a los investigadores resul-
tados de interés sobre cálculos armamentísticos,
predicción del tiempo, diseño de túneles de viento
o energía atómica (Haigh et al., 2016, pp. 231-258).
En 1948, la Máquina Experimental de Pequeña
Escala de Mánchester (SSEM, por sus siglas en
inglés), computadora de Frederic C. Williams, Tom
Kilburn y Geo Tootill en cuya creación participa
también Alan Turing, es la primera que ejecuta un
programa almacenado previamente en su memoria.
El potencial de ambos proyectos queda obsoleto
ante las ambiciosas propuestas comerciales en serie
que idea IBM entre los años cincuenta y sesenta:
por un lado, el IBM 750, conocido como la “calcu-
ladora de Defensa” al haber sido desarrollada para
ayudar al Departamento de Defensa en la guerra de
Corea; por el otro, el IBM 701, computador con el
que Arthur L. Samuel demuestra las posibilidades
de la inteligencia articial en 1952.
Tal como apunta Lev Manovich (2017, pp. 3-7),
tanto los aparatos mediáticos como los informáti-
cos eran necesarios para el funcionamiento de las
sociedades de masas en los siglos XIX y XX, pues
servían para garantizar la uniformidad en los mensa-
jes transmitidos a la población, además de ofrecer la
posibilidad de registrar y actualizar informaciones
tan básicas como el registro de los nacimientos,
los datos de empleo o los historiales médicos y
policiales. Aunque unos objetivos tan especícos
y asociados al control de la información dejan
poco espacio a la creatividad, algunos cientícos e
ingenieros intentan pensar desde sus laboratorios
en nuevas aplicaciones de la incipiente industria
informática. El matemático Ben F. Laposky, consi-
derado el primer artista computacional, es uno de
los pioneros en encaminar sus estudios a investigar
sobre la relación entre arte y ciencia manipulando
un osciloscopio analógico. En 1950, con una pelí-
cula de alta velocidad, consigue plasmar la primera
imagen. Tres años después, exhibe cincuenta de
sus capturas en una exposición itinerante por diez
ciudades estadounidenses. Sus piezas logran atraer
a un público interesado por la experimentación y las
nuevas tecnologías (Taylor, 2014, pp. 64-66).
El Sketchpad (1961), de Ivan Sutherland y desa-
rrollado en el MIT, constituye el primer sistema
de grácos interactivos generados por ordenador.
La programación e impresión de dibujos en un
microlm que lleva a cabo Michael Noll en los La-
boratorios Bell de Murray Hill, así como la muestra
“Computergrak” (1965), del matemático Georg
Nees, que plasma físicamente sus peculiares diseños
mecánicos mediante el uso del plóter, son dos de los
ejemplos de la gran inuencia de las teorías de Max
Bense sobre los nuevos usos tecnológicos, y de la in-
vestigación de una nueva estética de la información
(Bense y Fiz, 1972) en una etapa en la que se des-
conocen conceptos como “interacción” o “interfaz
gráca”. Las nuevas utilidades y las posibilidades de
evolución y empleo en la sociedad civil de aquellas
máquinas creadas para calcular ofrecen paulatina-
mente mayor capacidad y mayores posibilidades de
uso, mientras que su tamaño y precio disminuyen.
En 1981, el IBM PC (Personal Computer) estan-
dariza el mercado del soware. Apple ya ha presen-
tado el modelo Lisa, en el que se incorporan, entre