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Inmaterial 11_Artículo_ Learning machines. Prototipado experimental en torno al diseño, la materia, y los saberes tácitos
_Ana Guerrero
Los talleres artesanales y sus maestros conviven ahora con la existencia de los
talleres de fabricación digital, más comúnmente conocidos como fab labs, espacios
de innovación, creación y experimentación, muy vinculados a la sociedad y sus
cambios emergentes. Estos espacios fueron impulsados por el MIT (Massachussets
Institute of Technology) en el año 2000.
Haceres digitales
El término fabricación digital surgió hace años y, aunque el propio nombre lo dene
–la digitalización de los procesos de fabricación–, son muchos los factores que
intervienen, desde el entendimiento más técnico hasta las redes y comunidades
que se generan en sus espacios y la forma de compartir conocimiento.
En su artículo Fab Labs y makers: cultivar otras subjetividades (2019), José Pérez
de Lama propone un listado de las razones más comunes y destacadas por las que
algunas personas entran a formar parte de la comunidad de makers, que catalizan
estos «nuevos» laboratorios de creación.
Una de las principales razones sería la del placer de hacer, la posibilidad de hacer
cosas físicas y, relacionado con esto, la posibilidad de hacerlo por nosotros mismos
dentro del movimiento Do It Yourself, que aparece en la década de 1960-70, o Do It
With Others, que contrasta con la dependencia de los sistemas globales de produc-
ción, los cuales nos resultan complejos de comprender y acceder. De esta forma
actuamos de agencias en la construcción de nuestro propio mundo, que podemos
expresar e incluso inventar
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.
Esto genera un sentimiento activo en la interpretación y la construcción del mundo
contemporáneo. Además, esto se produce, no como individuos aislados, sino como
parte de una comunidad local, de cada fab lab o grupo de makers, y una de una
comunidad global. Otras de las razones que se apuntan es el interés por aprender
en espacios y de maneras diferentes de las habituales.
La posibilidad de habitar espacios en los que prima el intercambio de conocimien-
tos, abre grandes posibilidades y oportunidades de aprender, compartir, hacer y
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Whole Earth Catalog (1968-1972). Fue un fanzine contracultural que ofrecía herramientas y sugerencias para optimizar la vida cotidiana. Se
considera un precursor en papel de los buscadores de internet como Google, o incluso de internet mismo, por su intención de poner al alcance
del lector «todo» el conocimiento generado por la humanidad. Entre la información que se podía encontrar en él había resúmenes de textos
cientícos, guías de estilo de vida, recetas de cocina vegetariana, artículos sobre misticismo hindú, budista y New Age, tutoriales de DIY, conse-
jos para la protección del medio ambiente, etc.